martes, 8 de enero de 2013

Torneo de Discos 2012 / Fase de Grupos I

Cambio de planes. En vez de, tal y como inicialmente imaginé, solventar la fase de grupos del Torneo de Discos 2012 de un plumazo y dar dentro de unos días los 32 finalistas, he decidido que iré desgranando los resultados de cada grupo poquito a poco. Así puedo dedicar más espacio a hablar de los eliminados y explicar un poco mis decisiones.

Veamos. En el Grupo 11 han pasado cosas raras. A medida que iba escuchando los cuatro discos, para mi sorpresa, me vi pensando cada vez más fácilmente en Amanda Palmer como primer descarte, algo impensable a priori en un fan como yo de esta genial show-woman. Pero su último disco se aleja del estilo que me cautivó en sus inicios, el del piano en primer plano de canciones como Trout Heart Replica, indiscutible joya del álbum con un acompañamiento orquestal exquisito, y abraza el pop desvergonzado que en otros discos aparecía, sí, pero siempre en un simpático segundo plano. Quizá su ventaja principal, el cariño que le tengo, se haya vuelto contra ella cuando el disco ha defraudado mis expectativas de fan, y por eso la he juzgado con demasiada severidad: en cualquier caso Theatre is Evil se queda fuera a las primeras de cambio.
El paisaje del Grupo 11, pues, cambia de cabo a rabo. Angel Olsen toma la delantera (otra sorpresa) y de repente Father John Misty no tiene el pase tan asegurado como parecía. Las harmonías vocales de Beachwood Sparks, distintas en la forma pero tan similares en el fondo a la propuesta de Fleet Foxes, tal vez tengan una oportunidad contra el socarrón cantautor. Aún está por decidir.

Indecision, de Luke Chueh

El Grupo 16 es un ejemplo de cómo el azar marca el devenir de cualquier competición. Los discos de Andrew Bird y Dominique A me parecen ambos buenísimos y en circunstancias normales deberían de haber pasado la fase de grupos sin despeinarse. Pero en su grupo están las píldoras psicodélicas de Neil Young, así que ese par se están peleando por la segunda plaza en un espectacular duelo del que todavía no atisbo a vislumbrar un claro vencedor. Tanto el uno como el otro están seguramente en la madurez de sus carreras y sus discos de este año así lo demuestran. He visto en directo a los dos y son la caña, aunque puede que el pajarito violinista lleve ventaja en este aspecto. En fin, que voy a tener que descartar a uno y no sé todavía cuál.
Mientras tanto, el pobrecito disco de Dakota Suite se resigna a ejercer de observador privilegiado de tan sugestivo enfrentamiento, sabedor de que en este grupo su melancólica propuesta no tenía ninguna posibilidad. Aún así quiero romper una lanza por su Almost a Silent Life. Es un trabajo serio, muy a tener en cuenta cualquier noche de este invierno en que nuestro plan sea quedarnos en casa solos, leyendo o escribiendo, y nos sintamos capaces de saborear la tristeza sin sufrir demasiado por ella –importante esto, ¡tampoco es plan de ir derrumbando al personal ahora! Bajo vuestra responsabilidad:
Dentro del Grupo 3 encontramos dos señores viejunos, Ian Anderson y Bill Fay, con trayectorias tan distintas como pueda imaginarse. Mientras escribo estas líneas debo decir que el segundo ya está clasificado y que lo único que impide al primero unírsele en las eliminatorias es la calidad de la propuesta de My Education, un postrock instrumental que guarda excelente equilibrio entre la creación de paisajes sonoros y los picos cañeros. El líder de Jethro Tull partía de inicio con la ventaja que da ser una de las figuras que han marcado la formación de mis gustos musicales, pero su continuación del Thick as a Brick, mitiquísimo álbum, no se zafa del sombrío acecho de A Drink for all my friends. De hecho cada vez es más probable que sea el violín de My Education el que, sin respeto alguno a la jerarquía, salga vencedor frente a las flautas del viejo pirata. Escucharlas de nuevo alternándose con la personal voz de Ian Anderson es un placer bienvenido, pero quedan lastradas por cierta sensación de homenaje, sin ese frescor que los discos clásicos de Jethro Tull mantienen aún décadas después. Empieza a quedar claro...
El descarado ritmo del debut de Nick Waterhouse se despide ya, ¿tan pronto?, oh que se quede un poco más... pero no, las reglas son las reglas, no las he hecho yo (bueno, sí). Le decimos adiós de la mano de uno de esos amenos acústicos Concerts à emporter que ofrece La Blogothèque.  

¡Muchas gracias a todos por vuestros comentarios!

5 comentarios:

  1. Hola!
    Qué curiosa la idea del torneo de discos, la verdad es que yo no sé si he escuchado ni la mitad de 64 discos publicados este año, con mi preocupante progresiva tendencia a mirar cada vez más atrás y tomarme con calma las novedades.

    Pues en el grupo 10 no te podré ayudar porque solo he escuchado el disco de Sun Kil Moon (que me ha gustado mucho), debería darle alguna escucha al último de The Durutti Column, hace poco que he empezado a investigar su música.

    Estaré atento al desarrollo del torneo!

    ResponderEliminar
  2. Ya te dije yo que algunos grupos estaban sobrepoblados y me refería específicametne al 16, jejeje. Pobre Dakota suite porque tienen canciones muy muy bonitas, pero es que madre mía a lo que se enfrenta. En teoría soy yo quien tendría que ayudarte a decidir entre Dominique A y Andrew, no??? Mmmmmmm Dominique es más original, quizás más completo... pero Andrew... es mucho Andrew!!!! Aunque quizás sea el áurea de su directo que aún lo tengo reciente que me hace decir estas sandeces, tendré que ver en directo al gabacho para poder resolver el empate... Pero creo que me quedo con Andrew, sí, venga...

    Un besote!!!!

    ResponderEliminar
  3. Esto va a ser de lo más entretenido jaja. Creo que yo no podria hacer un torneo así, sufriría demasiado con esos solapamientos que tienen algunos grupos. esta bien esto de que lo alargues porque asi me dara tiempo a ponerme al dia con la posibilidad de descubrir algo que ya hayas desechado :p
    Entonces nuestro papel es presionar para que se salven los discos que más nos gustan ¿? :p

    Para mi el grupo 16 está claro, aún que se que es inútil yo defiendo a los dakota suite. asi que apoyo tu propuesta de escucharlos este invierno. Y si a Bill Fay !!!

    Si a Bill Fay

    ResponderEliminar
  4. Joder que buena idea esto de agrupar los discos en grupos. De los que mencionas resaltaria a DominiqueA. Cada nuevo disco es un pedazo de bomba de emoción.

    ResponderEliminar
  5. Hola a todos!
    Estanis: La verdad es que habitualmente yo tampoco llegaba a los 64 discos, hay tanta buena música de años y décadas pasadas que no se puede abarcar a todo. Este año no sé porqué me he puesto las pilas y he dicho pues ale, me lio la manta a la cabeza y hago un supertorneo jejeje. El disco de Sun Kil Moon es muy bueno pero The Durutti Column tiene ese sonido suyo tan especial, se me hace difícil decidirme.

    Atticus' Daughter: Andrew es mucho Andrew! Pero espérate a ver en directo a Dominique A, no se queda atrás para nada. Es un grupo jodido el 16 pero hay otros que también se las traen. Estoy teniendo muchos problemas para decidirme entre los 4 discos del 13, cada uno de un padre y una madre pero buenísimos los 4).

    Viola: A mí al menos sí que me tiene entretenido, y leyendo vuestros comentarios a favor o en contra de determinados grupos mi perspectiva de los mismos se ve influenciada, cómo no, y creo que eso es bueno porque enriquece la esucha. Por ejemplo cada vez me sabe peor dejar atrás el disco de Dakota Suite, es muy bonito... pero pobre, le ha tocado el grupo de la muerte.
    La idea de dedicar estos posts a los grupos es para destacar algunos grupos que creo que merecen alguna escucha, así que genial si gracias a eso haces algún descubrimiento. Me centro en los descartes, claro, porque de los otros podré hablar posteriormente.
    #siaBillFay

    Carlos: No soy fan del francés y he escuchado poco sus discos clásicos, pero el de este año me ha conquistado completamente. Ha despertado el gusanillo de querer investigar su trayectoria anterior, todo indica que me sorprenderá gratamente.

    Saludos y gracias por comentar ;)

    ResponderEliminar